La industria alimentaria latinoamericana en España y Europa: Colombia

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En los últimos años los países de América Latina han ido incrementando sus exportaciones agroalimentarias a España y Europa, e incluso durante la pandemia se ha incrementado su superávit en el comercio con la Unión Europea (UE), convirtiéndose algunos países latinoamericanos en líderes mundiales en la exportación agrícola. En este contexto, los acuerdos entre estos países y la UE son una herramienta fundamental para promover un comercio internacional seguro y previsible.

Un ejemplo de ello lo encontramos en Colombia, que actualmente goza de un acuerdo con la Unión Europea –el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los países de la UE, Perú y Colombia– lo que ha conllevado la disminución de muchas barreras comerciales y la bajada o eliminación de buena parte de los aranceles, especialmente en las partidas de alimentos. Los productos agroalimentarios colombianos representan las principales exportaciones del país, después de los minero-energéticos. Colombia tiene un índice de autosuficiencia positivo, con excedencia en productos como azúcar, banano, plátano y otras frutas tropicales y aceites vegetales.

 Cuando las empresas productoras o distribuidoras se plantean introducir productos en otros países, es posible que se vean solos en esta labor que parece tan compleja. Desde Lleytons podemos ayudarles a promover sus exportaciones e importaciones relacionadas con esta industria en constante crecimiento y modernización, proporcionando toda la información necesaria para la introducción de sus productos en el mercado español y europeo, pasando por los procesos de capacitación, y conociendo cuáles son las herramientas y pasos a seguir para hacer del proceso de internacionalización un éxito.

Son numerosas las empresas colombianas que han alcanzado el éxito en sus exportaciones en Europa y en España –sobretodo de café, dulces, aceites y otros muchos productos alimenticios– partiendo de pequeñas empresas nacidas en Colombia que al crecer apostaron por la internacionalización y ahora manejan perfectamente el mercado internacional, promocionando la “marca Colombia” fuera del país, e incluso estableciéndose en España a través de filiales.

Para seguir este ejemplo es fundamental que las empresas interesadas sean conscientes de los trámites específicos que deben cumplir tanto del país de origen como del país al que van a destinarse los productos. Pero, además, es necesario conocer las particularidades normativas y de mercado del país de destino –en este caso, del mercado español y de la normativa española–, así como los tipos de contratos y canales de venta y distribución que le son más favorables para comercializar los productos en ese país.

Toda exportación o importación de productos supone una serie de riesgos que es importante conocer y, en la medida de lo posible, mitigar. Además, el sector agroalimentario es un sector fuertemente regulado y supervisado por diferentes normas administrativas, cuya finalidad es proteger tanto a los consumidores como a las empresas de estos sectores a través de códigos de conducta y normas sobre la cadena alimentaria generando confianza recíproca entre consumidores y empresas. En Lleytons ofrecemos a nuestros clientes: 

Nuestras áreas de expertise

Los profesionales de Lleytons cuentan con una dilatada experiencia en la redacción, revisión, interpretación y negociación de contratos específicos para cada una de nuestras áreas de práctica. Asesoramos a nuestros clientes de forma integral,  teniendo en cuenta sus necesidades, y actuamos con la máxima diligencia a la hora de buscar la mejor solución en el ámbito contractual, atendiendo a los cambios y desafíos que presenta la industria alimentaria. Si está buscando asesoramiento para la internacionalización de sus servicios, es necesario que cuente con personas expertas, que conozcan a fondo la materia, que le presten un servicio integral, que conozcan la industria alimentaria y también su actividad.

Nuestro equipo buscará siempre el entorno más ventajoso a fin de satisfacer los objetivos de nuestros clientes en los diferentes tipos de contrato relacionados con el sector, incluyendo acuerdos de compraventa, fabricación, transporte, comercialización, distribución, e-commerce, financiación, constitución de filiales y otras cuestiones anejas. Nuestro objetivo es asesorar a nuestros clientes en la selección de los acuerdos que mejor se adapten a las características tanto del mercado concreto en el que quieran operar, como del consumidor al que destinen sus productos.

El sector de la alimentación busca cada vez más una internacionalización de sus ventas y en Lleytons, gracias a su red de oficinas, nuestros clientes encuentran el acompañante perfecto a la hora de expandirse por diferentes mercados mundiales, garantizando al mismo tiempo la mayor seguridad jurídica.

El sector de la alimentación está fuertemente regulado y supervisado por diferentes normas administrativas con la finalidad de proteger tanto a los consumidores como a las empresas a través de códigos de conducta y normas sobre la cadena alimentaria que generen confianza recíproca entre consumidores y empresas.

Es por ello que las empresas deben asegurar una correcta prevención y gestión de los riesgos, fundamental en este sector. Un incumplimiento grave de la normativa en la industria alimentaria puede derivar incluso en responsabilidad penal –por ejemplo, por delitos contra la salud pública y seguridad–, así como en otras consecuencias graves para la continuidad del negocio, como la pena reputacional.

Del mismo modo, la importación y exportación de productos de la industria alimentaria implica conocer en profundidad los requisitos exigidos por las autoridades en materia de seguridad alimentaria, especialmente a la hora de introducir alimentos en el país de destino. Estos requisitos deben acatarlos todas las empresas que deseen comercializar sus productos en ese territorio. En el caso de España y la UE, tanto la Comisión Europea como el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, entre otras autoridades, exigen que se cumplan una serie de condiciones (etiquetado, certificados, controles en aduanas…), entendiendo por la importación de alimentos la entrada en la Unión Europea de alimentos procedentes de terceros países fuera de la Unión Europea.

Para mantenerse a la vanguardia de las normativas emergentes y reducir al mínimo los riesgos asociados a su incumplimiento, las empresas de la industria de la alimentación necesitan un asesor jurídico experimentado que conozca bien los tratados internacionales que les afecten y las leyes vigentes, estando al tanto de las novedades jurídicas y reglamentarias. En Lleytons ayudamos a nuestros clientes a cumplir la normativa con el objetivo de despejarles el camino hacia el éxito en la internacionalización.

Nuestros expertos en litigación, regulación, compliance y transacciones en el ámbito de la alimentación adoptan un enfoque coordinado y múltiple para abordar cuestiones legales complejas, aprovechando su experiencia para proporcionar orientación sobre las leyes y los cambios legislativos y de políticas que afectan a las empresas y organizaciones del sector. La amplitud de nuestros conocimientos y experiencia nos permite detectar las posibles dificultades antes de que se conviertan en problemas y desarrollar proactivamente soluciones que ayuden a los clientes a evitar las crisis.

Sin embargo, si una investigación o litigio resulta inevitable contamos con un equipo de abogados con experiencia en la defensa agresiva y efectiva de nuestros clientes y en el logro de resultados óptimos. Minimizamos el estrés y la distracción que acompañan a las citaciones, las investigaciones y los litigios para que nuestros clientes puedan mantenerse enfocados en su cometido.

Además, en Lleytons contamos con abogados especializados en Arbitraje nacional e internacional cuya experiencia se pone a disposición de nuestros clientes para asesorarles tanto en fase pre-contractual como en fase contenciosa. Para nosotros, ofrecer los métodos de resolución de conflictos más favorables a nuestros clientes es un deber. La resolución de conflictos no pasa siempre necesariamente por los tribunales sino que existen soluciones alternativas eficientes y más ágiles, entre los que se encuentra el arbitraje.