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Principales contratos comerciales internacionales en China

Regulación y características

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I

Introducción

El nuevo papel de líder económico de China en el escenario mundial ha implicado para el país un fuerte aumento de las transacciones con sujetos extranjeros, obligando al legislador chino a adaptar rápidamente su legislación nacional a las nuevas necesidades de un mercado cada vez más global.

Por lo tanto, en 2011, el PRC Choice of Law Rules for Foreign Related Civil Disputes introdujo nuevos criterios de conexión para identificar la legislación sustancial aplicable a los contratos con contrapartes extranjeras. Por supuesto, a falta de un Código Civil, la fuente principal de la legislación en materia contractual sigue siendo la General Principles of Civil Law of The People’s Republic of China de 1986 que regula, de manera subsidiaria con respecto al derecho contractual uniforme y otras leyes especiales, todos los actos de autonomía privada.

A continuación se analizan los principales contratos internacionales en China, siendo éstos: el contrato de compraventa, el contrato de distribución y agencia, el contrato de franquicia, los acuerdos de licencia y tecnología.

II

La compraventa mercantil

El contrato de compraventa de bienes muebles, regulado por la ‘Contract Law of The People’s Republic of China’ es el contrato en virtud del cual el vendedor transfiere la propiedad de las mercancías al comprador, quien a cambio paga un precio. En cuanto a esto, tras las últimas medidas legislativas introducidas en este ámbito, el legislador chino reconoce la plena validez de los contratos escritos y orales, siempre que existan pruebas claras de la voluntad de las partes de establecer una relación contractual.

Por otra parte, el tribunal podrá, a su discreción, modificar el plazo de denuncia de los productos defectuosos previsto en el contrato si considera que no es razonable en relación con el tipo de mercancías. Por lo tanto, es aconsejable que el vendedor introduzca un plazo para denunciar los defectos del producto no excesivamente corto, con el fin de evitar la nulidad de la cláusula por decisión del tribunal.

Por último, cualquier documento en el cual se fije la cantidad, modelo y especificaciones del producto y que deba ser firmado por el comprador para considerar aceptada la mercancía, deberá indicar que ésta habrá de comprobarse por aquel con carácter previo.

Cabe recordar también, que China se ha adherido a la Convención de Viena de 1980 que regula los contratos de compraventa internacional de bienes muebles entre partes que tienen su domicilio en Estados diferentes. La Convención sólo regula la capacidad, la celebración del contrato de compraventa; y los derechos y obligaciones del vendedor y el comprador derivados de ese contrato. Sin embargo, no abarca una serie de cuestiones más generales, tales como, la validez del contrato o de cláusulas o usos individuales, los efectos del contrato sobre la propiedad de los bienes vendidos, las normas que rigen la indemnización, etc.; los cuales, a falta de una ley determinada por libre elección, deberán estar sujetos a las normas del Derecho internacional privado. No obstante, las partes son siempre libres de no someterse expresamente a la Convención mediante acuerdo que conste en el contrato, o de derogar o enmendar sus disposiciones individuales.

Otro aspecto que debe destacarse es la propiedad intelectual e industrial, sobre la que la Convención de Viena guarda silencio, pero sobre la que la UCL establece una serie de normas tales como: en los casos en que no exista un acuerdo específico entre las partes o cuando, no exista una disposición legislativa expresa, los derechos de propiedad intelectual o industrial no se transferirán automáticamente con la propiedad de la mercancía.

III

Los contratos de distribución, agencia y franquicia

El contrato de distribución tiene como objeto, la facultad o deber del distribuidor de promover y distribuir en el mercado de la República Popular de China (RPC) los productos de un tercero. Las cláusulas típicas del contrato en cuestión son, la exclusividad (o ausencia de ésta), la previsión sobre el uso de marcas y signos distintivos del fabricante o suministrador, los canales de distribución (online, offline o Omnicanal), las consecuencias indemnizatorias de una resolución anticipada sin causa justa y los métodos de pago. Otro elemento que no debe subestimarse es la gestión del almacén, en particular después de la terminación del contrato. Al efecto, es conveniente prever, en favor del fabricante, opciones adecuadas de recompra del inventario de mercancías en el almacén del distribuidor, con el fin de evitar que este último siga vendiendo los productos del tercero a un precio inferior al de mercado o al pactado, afectando de modo directo a las ventas del producto en el mercado por un nuevo distribuidor potencial.

El contrato de distribución se confunde a menudo con el contrato de agencia, que es el contrato mediante el que el empresario confía al agente la venta de sus mercancías en nombre y por cuenta de la empresa exportadora, sin éste asumir los riesgos de las transacciones. En ambos contratos, se deja libertad de elección en cuanto a la ley aplicable y el tribunal competente.

El contrato de franquicia se define como una transacción comercial a través de la cual, una empresa que posee marcas, patentes, conocimientos técnicos registrados o know-how y cualquier otro recurso comercial en China, proporcionará dichos recursos a otro operador del mercado mediante la celebración de un contrato. El franquiciado paga un canon al franquiciador, que sólo puede ser una persona jurídica; por otra parte, el franquiciador, debe tener un método comercial desarrollado y debe ser capaz, de proporcionar un apoyo técnico, actualizado y adecuado para el crecimiento de la franquicia.

La legislación china de referencia es bastante compleja y está regulada principalmente por el (i) Regulations on Admistrative of Commercial Franchises del 2007, (ii) Administrative rules on commercial Franchise Filing, que define el procedimiento administrativo para el registro de la estructura de franquicias; y iii) Administration rules on commercial franchise Information disclosure en el que se indica la información que el franquiciador deberá comunicar al franquiciado en el marco de la relación.

IV

Conclusiones

China es un país en importante crecimiento y como en otros países, rige el principio de autonomía de la voluntad (libertad contractual), por el cual las partes pueden pactar libremente mediante cualquier tipo de contrato, incluidos contratos atípicos, modificar el contenido de los acuerdos celebrados y autorregular sus objetivos e intereses; siempre respetando las leyes, la moral y el orden público.

La libertad de las partes incluye cómo no podía ser de otra manera, tal y como ya tratamos en artículos anteriores, la forma de resolver los conflictos que puedan nacer de estos contratos, ya sea mediante vías judiciales (ICC) o métodos de resolución alternativos (CIETAC, SHIAC, CMAC, BAC, etc.). Es esta libertad de pacto entre las partes una de las grandes ventajas a tener en cuenta a la hora, de llevar a cabo un contrato entre dos partes que se encuentran en lugares diferentes del mundo.

En Lleytons contamos con los conocimientos y la experiencia en este sector del Comercio Internacional. La gran variedad de contratos mercantiles que regulan las transacciones internacionales y la necesaria protección de los intereses de los clientes nos convierten en un referente a la hora de confiarnos su aventura internacional.

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