En segundo lugar, respecto a las formas de entregar la documentación, la Directiva también presenta relevantes novedades. Por ejemplo, prevé la posibilidad de presentar documentos e informaciones a los registros de forma electrónica, sin que los Estados miembros cobren por este servicio más que el coste administrativo real. Asimismo, los Estados miembros deberán prestar ayuda a todos aquellos que deseen crear una sociedad o una sucursal, facilitándoles información actualizada, clara, concisa y de fácil utilización sobre los requisitos para el establecimiento y el funcionamiento de las sociedades.

En tercer lugar, con el fin de reducir los costes y la carga administrativa para las empresas, deberá aplicarse el principio de “solo una vez” en materia de Derecho de sociedades, es decir, que las empresas no deban presentar la misma documentación más de una vez a las Administraciones Públicas. Siguiendo este principio, cuando una sociedad pretenda establecer una sucursal en otro Estado miembro, deberá poder utilizar la documentación previamente presentada en un registro. Asimismo, en el supuesto de que una sociedad se constituya en un Estado miembro pero tenga una sucursal en otro, deberá poder presentar determinados cambios de su información societaria solo ante el registro en el que esté registrada, sin necesidad de presentar la misma información ante el registro de la sucursal.